Revisión del Parenting Styles and Dimensions Questionnaire, sus usos en el área de investigación y su aplicabilidad en la clínica infantojuvenil

Revista de Psicología

Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, Argentina

ISSN: 1669-2438

ISSN-e: 2469-2050

Periodicidad: Semestral

vol. 19, núm. 37, 2023

revistapsicologia@uca.edu.ar

Recepción: 21 Marzo 2023

Aprobación: 23 Marzo 2023

URL: http://portal.amelica.org/ameli/journal/798/7984303008/

DOI: https://doi.org/10.46553/RPSI.19.37.2023.p110-117

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

El Parenting Styles and Dimensions Questionnaire (PSDQ) es un cuestionario elaborado en 2001 por Robinson y colaboradores (Robinson et al., 2001), con el fin de contar con un instrumento empírico que permitiera medir con precisión los estilos de crianza de padres de niños y adolescentes. El cuestionario está basado en las tipologías de crianza establecidas en 1966 por Baumrind: estilo de crianza autoritario, permisivo y autoritativo (Baumrind, 1966). Esta autora conceptualiza los estilos parentales tomando como dimensión el nivel de control parental que los padres ejercen y abarca las actitudes de los padres y las prácticas crianza (Robinson et al., 1995). Dentro de esta conceptualización el estilo de crianza autoritativo correspondía a aquellos padres que ejercían control firme pero cálido con sus hijos, demandaban exigencias de ciertos niveles de madurez y tenían buena comunicación con los hijos. En cambio, identifico como padres autoritarios a aquellos que ejercían el control sobre los hijos de forma rígida, con escasa flexibilidad ante las circunstancias, priorizando sobre todo la obediencia. Los padres denominados permisivos se caracterizan por ser afectuosos, pero con poco control sobre la conducta y un bajo nivel de demanda de madurez sobre sus hijos (Baumrind, 1966; Robinson et al., 1995).

El PSDQ cuenta con un total de 62 ítems, cada pregunta pertenece a una de las tres dimensiones de Baumrind correspondientes cada una a un estilo de crianza. Está confeccionado en formato de Escala Likert de 5 ítems con un continuo de respuestas que son: 1 = Nunca, 2 = De vez en cuando, 3 = Casi la mitad del tiempo, 4 = Muy seguido y 5 = Siempre. La escala autoritativa está compuesta por 27 ítems y la conforman las subescalas de: Cariño y participación (11 ítems), Razonamiento/Iniciación (7 ítems), Participación Democrática (5 ítems) y Relajado/Tranquilo (4 ítems), por ejemplo “soy afectuoso/a cuando mi hijo se lastima o frustra”. La escala autoritaria la constituyen 20 ítems, y sus respectivas subescalas son: Hostilidad Verbal (4 ítems), Castigo Corporal (6 ítems), Estrategias Punitivas y sin Razón (6 ítems) y Directividad Autoritaria (4 ítems), por ejemplo, “Castigo a mi hijo/a quitándole privilegios sin darle explicaciones”. Finalmente, la escala permisiva contiene 15 ítems, y sus subescalas: Falta de seguimiento (6 ítems), Ignorar el mal comportamiento (4 ítems) y Confianza en sí mismo (5 ítems), “Permito que mi hijo/a moleste a otras personas” (Robinson et al., 1995). La consistencia interna del instrumento en la validación realizada en estados unidos, fue evaluada a través del coeficiente Alfa de Cronbach, y las medidas arrojadas para cada dimensión o escala son las siguientes: Escala Autoritativa, 0,91; Escala Autoritaria, 0,86; y Escala Permisiva, 0,75 (Robinson et al., 2001).

Si bien el PSDQ cuenta con más de 20 años desde su elaboración, es un instrumento altamente utilizado en la actualidad en el campo de la investigación y la psicología; las múltiples validaciones realizadas para diferentes poblaciones en el mundo han ido reafirmando su vigencia y su validez transcultural (Lee y Brown, 2020; Wu et al., 2002). La escala cuenta con validaciones que reportan adecuados niveles de validez y confiabilidad, en países como Turquía (Önder y Gülay, 2009), China (Wu et al., 2002), Brasil (Oliveira et al., 2018), en las poblaciones alfabetizadas de habla hebrea (Yaffe, 2018) y en Lituania (Kern y Jonyniene, 2012), por mencionar algunas de las más relevantes. En el año 2022 se llevó a cabo una validación en español rioplatense del cuestionario (en preparación). El mismo fue administrado bajo un formulario online a padres de niños entre 3 y 11 años residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicha validación presentó resultados consistentes con la estructura factorial esperada. La validación esta próxima a ser publicada, y fue realizada por el equipo de investigadores del presente ensayo, pertenecientes a la Universidad Católica Argentina.

El PSDQ está estructurado acorde a los estilos de crianza determinados por Baumrind, una de las primeras autoras en sistematizar la investigación de las conductas de los padres hacia los hijos y la influencia de estas en el desarrollo emocional y social de los niños. Sus primeros estudios sobre el impacto de los estilos de crianza autoritarios en el desarrollo de adicciones y de conductas antisociales en adolescentes fueron estudios de vanguardia para la conceptualización de la psicopatología en la infancia y la adolescencia (Baumrind, 1966, 1971, 1991, 2005). En sus estudios sobre estilos de crianza Baumrind demostró de forma consistente que los hijos de padres autoritativos tenían los resultados de desarrollo más favorables, como la competencia psicosocial (p. ej., maduración, resiliencia, optimismo, autosuficiencia, competencia social, autoestima) y el rendimiento académico (Masud et al., 2019; Yang y Zhao, 2020; Zahed Zahedani et al., 2016; Zhang et al., 2019). En cambio, aquellos adolescentes que habían sido criados bajo un estilo de crianza autoritario se han asociado consistentemente con resultados negativos del desarrollo, como agresión, conductas delictivas, quejas somáticas, despersonalización y ansiedad (Hoeve et al., 2008; Rankin Williams et al., 2009). Los hallazgos con respecto a la crianza permisiva/indulgente han sido inconsistentes y han producido asociaciones tanto con conductas de internalización (es decir, ansiedad, depresión, comportamiento retraído, quejas somáticas) como de externalización del comportamiento problemático (es decir, mala conducta escolar, delincuencia, etc.), pero también con dificultades habilidades sociales, confianza en sí mismo, comprensión y afrontamiento activo de problemas (Lamborn et al., 1991; Rankin Williams et al., 2009; Wong et al., 2021).

En los años 80, Maccoby y Martin realizaron una serie de investigaciones que les permitió introducir un cuarto estilo, denominado estilo parental negligente (Maccoby y Martin, 1983). Los hijos de padres negligentes han mostrado los resultados menos favorables en múltiples dominios, como la falta de autorregulación y responsabilidad social, baja autosuficiencia y competencia social, pobre competencia escolar, comportamiento antisocial y delincuencia, ansiedad, depresión y quejas somáticas (McKinney et al., 2016; McKinney y Renk, 2008; Szkody et al., 2021).

Este cuestionario mide el factor “estilos de crianza”, que ha reportado ser un factor fundamental para el desarrollo cognitivo, conductual y sanitario de los niños y sus familias (Agbaria et al., 2021). Es por este motivo que PSDQ es sumamente utilizado en investigaciones dedicadas a la población infantojuvenil. Por ejemplo, se ha utilizado para el estudio del desarrollo de problemas de conducta en niños (Braza et al., 2015; Nelson et al., 2006; Rinaldi y Howe, 2012); para el estudio de las conductas de higiene dental y aparición de caries (Howenstein et al., 2015; Tsoi et al., 2018; Viswanath et al., 2020); el estudio de las dificultades académicas, y la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva en la infancia, (Allmann et al., 2022; Bean et al., 2006) en el abuso de sustancias (Becoña et al., 2012; Calafat et al., 2014) y el desarrollo de la autorregulación en el consumo (Patock-Peckham et al., 2001), la aparición y tratamiento del Trastorno obsesivo compulsivo en la infancia (Rosa-Alcázar et al., 2019), el desarrollo de características de temperamento y resiliencia (Niu et al., 2019), entre otras tantas temáticas de relevancia. Por todo esto se hace énfasis en la evaluación del estilo de crianza como una variable de relevancia en las investigaciones sobre el desarrollo y la salud de los niños y los adolescentes.

Los tratamientos psicológicos para niños y adolescentes se caracterizan por tener dos ejes fundamentales de intervención: por un lado, las intervenciones dedicadas al niño o adolescente, y por otra las intervenciones dedicadas a los padres o cuidadores primarios en las llamadas sesiones de orientación a padres (Kehoe et al., 2020; Thomas y Zimmer-Gembeck, 2007). Esta característica propia de la clínica infantojuvenil está basada en datos empíricos que han demostrado que la efectividad de los tratamientos aumenta si hay intervenciones dedicadas a los adultos responsables del niño o adolescente (England-Mason y Gonzalez, 2020). Tal es la influencia de la conducta del padre sobre el hijo que muchos tratamientos incluso son en su totalidad dedicados a la modificación de las actitudes y estilos de crianza de los padres, sobre todo en los casos de niños en su primera etapa de la infancia (Speidel et al., 2020).

Las prácticas de crianza son los comportamientos específicos directamente observables que los padres usan para socializar a sus hijos (Darling y Steinberg, 1993). Los estilos de crianza se definen como como patrones de prácticas de crianza que ocurren dentro del mismo padre. Esta conceptualización presenta como ventaja, el dar cuenta de diferentes prácticas de crianza al mismo tiempo dentro de la misma persona (Kuppens y Ceulemans, 2019).

Conocer el estilo de crianza de los padres, las practicas que lo conforman y cómo se vincula a través de ellas con su hijo, es un dato de vital importancia a la hora de evaluar qué intervenciones hacer con los adultos responsables y cómo hacerlas. Es aquí donde el PSDQ se presenta como una herramienta de suma utilidad para la clínica. Cabe destacar que el cuestionario es autoadministrable y de corta duración, por lo que el terapeuta podrá contar en pocos minutos con información valiosa para comprender, diagramar y planificar el tratamiento con los padres.